Estas primeras fotografías son de un lugar mágico, un lugar que abruma. Son las cataratas de Iguazú, tanto en su lado argentino como en su lado brasileño (la última de ellas, la garganta del diablo). Ya hemos hablado de ellas en la sección de billetes con historia concretamente aparece reflejada en un billete de 10 pesos argentinos.
Ahora llega el turno de la Patagonia, de los glaciares algunos tan famosos como el Perito Moreno, y otros como el Spegazzini, Upsala,… Una de las cosas que me sorprendió fueron las distintas tonalidades que adquiere el hielo, algo que si os fijáis en las fotografías apreciaréis fácilmente. Nuevamente un lugar que nunca hubiese imaginado con una naturaleza exuberante y abrumadora, es absolutamente relajante a la vez que misteriosamente amenazadora. La población en la que nos hospedamos es El Calafate.
Las siguientes fotografías son de un sitio que no necesita presentación, las imágenes os hablaran por sí solas. Es Bariloche, distintos puntos como Cerro Campanario, el Parque Nacional Nahuel Huapi, Puerto Blest o la propia ciudad de Bariloche. De este lugar ya os he hablado anteriormente en la sección billetes con historia.
Puerto Blest, Lago Nahuel Huapi, Lago Frías y la cascada de los cántaros.
Por último quizás lo que menos me gustó en un viaje plagado de emociones, lo que no conlleva que sea una ciudad impresionante, pero eso, una ciudad muy europea, que no se puede comparar con la explosión de naturaleza que había experimentado en las dos semanas anteriores.
En la primera fotografía vemos el río de la Plata, que más que un río parece un lago o el propio océano abierto, siendo la frontera natural entre Argentina y Uruguay. Su anchura máxima supera los 200 kilómetros.
La segunda fotografía es el caos en la circulación en esta ciudad, en la avenida que teníamos junto al hotel.
Las restantes fotografías son del barrio de la boca, la cafetería más antigua de la ciudad y el típico espectáculo en «la ventana».